Epístola a un gran amor.

3.8.15

 Ojala todos esos trenes sobre los que escribías (que ahora se convirtieron en autobuses) se lleven al infinito olvido a todas esas personas raras que zumban a tu alrededor y que causan el mismo sentimiento de agrado que un palillo usual atravesado en el orificio derecho de la nariz.

Creo que al fin he entendido el porqué. Si al menos te conociesen el doble de lo que te dejas conocer sabrían que eres la persona con la que todos querrían envejecer, no me refiero a estar juntos siendo mayores de 65 (la edad a la que empiezan normalmente los descuentos de la tercera edad) sino envejecer cada mes cocinando galletas oreo sin gluten, tomando batidos y zumos del vips e intentando "echar de casa" al achuchable maestro del piano.

No te voy a decir donde encontrarme porque es fácil (en el Argallo tomando zumos de melocotón evidentemente), pero te voy a decir lo que vamos a hacer a partir de ahora: El mejor corto jamás creado: NUESTRA BUENA VIDA (y esta con música).

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Afílianos

El baúl de la habitación de al lado

Palabras...

>> Muchas veces las palabras que tendríamos que haber dicho no se nos presentan en el espíritu hasta que ya es demasiado tarde.
André Gide.


>> La palabra que retienes dentro de ti es tu esclava; la que se te escapa es tu señora.
Proverbio persa.




Huellas.